Los sesgos inconscientes son creencias o estereotipos que se encuentran en nuestro inconsciente sobre un determinado factor que puede ser el sexo, el género, la etnia, la religión, entre otros muchos, afectan directamente la toma de decisiones empresariales, principalmente en el ámbito laboral. Los sesgos inconscientes están presentes en nuestro día a día y forman parte de las decisiones que tomamos, incluidas aquellas al momento de la contratación laboral y durante el desarrollo de la relación con un trabajador determinado y pueden inclusive generar actos discriminatorios.
La discriminación con origen en los sesgos inconscientes es igual de grave que aquella que se hace de manera intencional ya que tiene las mismas consecuencias y, es por ello que debe ser tomada con la misma seriedad.
Dentro del ámbito laboral, existen muchas “creencias” que afectan a grupos minoritarios. Por ejemplo, la idea de que “las mujeres por el hecho de ser madres ponen menos atención al ámbito laboral y por ello son menos productivas” ha tenido afectación en cuanto a la remuneración y posiciones de dirección que se encuentran a cargo de mujeres. Pero la discriminación de género no es la única, existen estereotipos sobre la etnia, sexualidad, nacionalidad de las personas que afectan directamente el tipo de cargo que se asigna a estos trabajadores, el momento en que reciben asensos, incrementos salariales; entre otros.
Para combatir este tipo de discriminación, en primer lugar, se deben identificar los sesgos que estén afectando a su empresa y trabajar en concientizarlos; trabajo que es, en realidad, más complejo de lo que se puede imaginar ya que, los sesgos inconscientes nacen, en su mayoría, de estereotipos aprendidos a través de una consciencia colectiva. Se puede concientizar reconociendo internamente procesos o decisiones sesgadas, haciendo cambios en políticas internas, promocionando liderazgos inclusivos y en general haciendo cambios a la cultura organizacional.
Una vez que se ha trabajado en identificar estos sesgos, entonces será momento de reacondicionar nuestros pensamientos para estar, permanentemente, conscientes de nuestras actitudes en base a ellos. Situación que también representará un gran esfuerzo ya que estaremos luchando contra aquellos pensamientos que no sabemos que tenemos. Es decir, podemos estar en contra de la discriminación, creer fielmente en la igualdad, pero incluso así, nuestro subconsciente nos hará asociar determinados aspectos de una persona con una característica negativa y actuaremos con distinción.
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